Desde la antigüedad, el laurel, originario del mediterráneo, se ha utilizado como símbolo de sabiduría y gloria, y se ha sabido que tiene innumerables propiedades beneficiosas para el hombre.

Entre algunos de los efectos positivos del uso tópico del laurel, está la prevención de acidez y el alivio de malestares estomacales; una de las propiedades menos conocidas es su actividad emenagoga, por lo que ayuda a regular el ciclo menstrual; también nos puede ayudar a calmar dolor articular, artrosis, reumatismo y otros dolores de origen traumático.

Es usado en cosmetología, ya que limpia y relaja la piel.

Para su uso tópico debe ser diluido con aceite fraccionado de coco.

Aromáticamente el laurel ayuda a encontrar alivio del estrés, a regenerar y fortalecer el sistema nervioso, eliminando la melancolía y la tristeza. Calma las ansiedades y los temores, principalmente debidos a la falta de autoestima y puede ser una excelente ayuda en caso de agotamiento por fatiga.

Al difundirlo limpia el ambiente en nuestras habitaciones.